“Un Céntimo, mil sonrisas”
Aquella tarde no
era una tarde corriente para mí. Con la comida a medio digerir y tras tomar un
café rápido, mi novia y yo cogimos el coche en dirección a los estudios de
Aragón Radio, nuestros amigos de Escúchate nos esperaban. Los 70 kilómetros que
separan Huesca y Zaragoza parecieron un viaje trans-oceánico, y no sólo porque
estuviera lloviendo, sino porque me parecieron 8000 kilómetros. Los nervios me
embargaban e iban creciendo conforme se acercaba la hora del programa. La
conversación durante el viaje giró alrededor del asunto por el que estábamos
viajando, el resultado final del concurso Solidarios en Primera Persona. ¿Nos
habrían hecho venir para ser segundos?¿Qué haríamos con el dinero en caso de
ganar?¿Habrá funcionado la campaña que hicimos para ganar votos?
En la sala de
espera la tensión era evidente, nos recibió Javier Vázquez, simpatiquísimo como
siempre. Su sonrisa al recibirnos y el vernos solos esperando nos hizo pensar
en que, quizá era una broma y ya habíamos ganado. “Qué raro que no haya otras
organizaciones aquí, ¿no? Habéis ganado seguro” decía mi pareja. Yo era menos
optimista, supongo que de forma instintiva me quería hacer a la idea de que no
era posible para no llevarme un disgusto después, a pesar de que todo indicaba
que habíamos ganado.
Al pasar al estudio
me presentaron a Salva Macías como responsable de ASDES, la asociación que
donaba el dinero del premio y con la que, en caso de ganar, estaría en deuda
toda mi vida. Desde el primer momento pensé que aquel señor sonriente, de pelo
cano y mejillas sonrientes que no podía esconder el orgullo que sentía por el proyecto que llevaba entre
manos, acabaría siendo un buen amigo, puesto que al oírle hablar de ASDES, me
vi reflejado a mi mismo dentro de unos años. Aunque yo, lo del pelo, ya lo
tengo complicado.
Tras Salva, me
presentaron a los representantes de las otras dos asociaciones finalistas y,
aunque no recuerdo sus caras ni sus
nombres, recuerdo que los felicité efusivamente por compartir esos momentos de
nervios conmigo.
Comenzó el programa
y me pidieron que fuera el primero en explicar mi proyecto y el uso que se
haría del dinero en caso de ganar. Mientras exponía las ideas de Pequeño Gran
Paso, la sonrisa de Javier y Salva iba en aumento hasta que, en una de mis
pausas, Javier dijo…”Pues ya puedes ir poniendo todo en marcha porque el dinero
es vuestro”. En ese momento y, por primera vez en mi vida, me quedé sin
palabras. Al principio fue una sensación de vergüenza por no haberme dado
cuenta antes de que los supuestos responsables de los proyectos rivales no eran
otra cosa que dos redactores de Aragón Radio. Entonces me embargó la emoción
por todo lo que habíamos trabajado hasta ese día, me acordé de todas las
personas que me habían ayudado y de todas aquellas familias a las que podríamos
ayudar con el premio. Necesitaba un abrazo y fue Salva quien me lo dio. Nunca
olvidaré esos segundos en los que aquella persona que acababa de conocer me
regalaba un abrazo sincero. Cuando le miré a los ojos y vi que estaba casi tan
emocionado como yo, me di cuenta de que estaba ante un ejemplo de lo que
pretendo ser en el futuro, una buena persona con mayúsculas.
Entonces todos
sonreímos, los redactores, los presentadores, el propio Salva, mi novia, yo y, seguramente,
muchas de las personas que estaban en sus casas escuchando el programa.
Pronto se cumplirán
3 años desde aquel día, mi vida a cambiado mucho pero Pequeño Gran Paso y ASDES
han seguido de la mano y puedo decir con orgullo que Salva Macías se ha
convertido en uno de mis mejores y más admirados amigos.
Con
aquel dinero se hizo viable un proyecto que ahora cumple 5 años y lo hace con
el apoyo incondicional de ASDES. Cientos de niños y niñas en República
Dominicana han sonreído gracias al esfuerzo de todos aquellos que lo hicieron
posible, cada punto o gol que los niños convierten en céntimos produce muchas
sonrisas por si solo en los patios de colegio aragoneses por lo que, si se me permite,
me atrevo a decir que el eslogan de ASDES está equivocado. “Un céntimo una
sonrisa” no hace justicia a la realidad del proyecto.
Esta es mi manera
de dar las gracias a ASDES por confiar en nosotros y por seguir adelante con un
proyecto que, en mi modesta opinión, debería llamarse “Un céntimo, miles de
sonrisas”.
Nacho Gella Ciprés
Presidente de
Pequeño Gran Paso